Salmos 2:8 Pídeme,
y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la
tierra.
Cuando
se trata de pedir sobre todo a Dios no podemos ser limitados. Por lo general
cuando oramos lo hacemos pensando más en nuestras circunstancias, que en la
grandeza del Dios que tenemos. Si Dios puede darte naciones acaso no puede
darte lo que tú necesitas en este momento de tu vida, para ti puede ser
imposible pero no para nuestro Dios. Deja ya de pensar en poco y piensa en
grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario